En febrero de 2005, en la publicación de la información PISA 2003, Isabel Solé escribía: “No se puede aceptar como natural que tantos antiguos alumnos no aprendan a leer funcionalmente. No podemos garantizar que no se enseñe, porque también podemos esperar que diferentes exalumnos aprendan por igual en determinadas situaciones de enseñanza y aprendizaje.
Un día antes, Anna Camps aparecía en este artículo titulado “La comprensión del lector, problema de todos”, afirmando: “La escuela siempre ha tenido como objetivo enseñar a leer para escribir. Éste es vuestro origen y vuestra principal justificación. El que cambió el concepto de quién lee, quién entiende un texto. […] Avanzar en su campo sin tener conocimientos gramaticales, pero también con la convicción de que comprender el texto es inherente a la actividad de leer. El colegio tiene dos responsabilidades: promover la lectura de textos y ayudar a antiguos alumnos a enseñar a enviar textos progresivamente de una manera más completa. Este objetivo es necesario para profundizar en los contenidos específicos de los textos que serán necesarios como objetos de enseñanza y, sobre todo, en este tipo de actividades escolares que puedan facilitar la capacidad de comprensión del lector.
Expertos, pioneros en el estudio de los procesos de comprensión lectora, han hecho su trabajo sobre el cuestionario que el evaluador PISA no impartía en nuestro sistema educativo. ¿Has cambiado estas cosas?
Para cuestionar esta pregunta, primero necesitamos conocer el marco teórico de PISA y la conclusión de nuestras pruebas de lectura, matemáticas y ciencias, para poder determinar si tenemos un horizonte predecible o previsible, y compararlo con lo que tenemos que hacer cada día. día. aulas. Esta valoración es la que debe condicionar, entonces, la atención que damos a los resultados de nuestros alumnos en las evaluaciones internacionales y la conveniencia de modificar nuestras políticas educativas y nuestra voluntad en nuestros colegios.
Así, no hay profesor de bachillerato que descubra la estructura y los conocimientos requeridos durante las pruebas de acceso a la universidad “lo que justifica, para bien y para todos, la alta correspondencia entre lo que se aprende en clase y lo que se pregunta en la EvAU, así como la generalizada la salida del estudiante en estas pruebas―, será significativa para el grado de conocimiento del docente de secundaria respecto de la estructura y los conocimientos requeridos en las pruebas de habilidades lectoras, matemáticas y científicas de PISA. Y, a estas alturas, no venderemos una manera de calibrar la mayor o menor coherencia entre nuestras evaluaciones nacionales y las internacionales, pero no será así para algunos y otros puntos de las direcciones operativas: no hay complementariedades, sino contradicciones.
Tenemos muchas reservas que suscitan entre nosotros quienes tienen una organización transnacional de carácter económico, la OCDE, que se ha aprovechado de la legitimidad para evaluar los sistemas educativos del entorno mundial (reservas que han expresado en numerosas ocasiones), nosotros No tenemos que desaprovechar mientras nuestra información sea trianual podemos aprender. Concretamente: ¿Podría PISA ser una herramienta para mejorar la enseñanza de conferencias?
Estaré encantado de invitar a colegas y personas interesadas a leer el documento. El congreso de Pisa 2000, 2003 y 2006- Marco y las pruebas de evaluaciónasí como el Marco Teórico de lectura Pisa 2018 y la pruebas publicadas de esta misma edición y juzgar por sí mismos. Considere que su consulta puede resultar en una enorme declaración para ver la distancia entre lo que la evaluación PISA y lo que se enseña en nuestro sistema educativo, y servir como repelente para conocer los resultados de la encuesta sobre qué significa leer hoy y cómo. podemos contribuir a formar lectores competentes y críticos.
Decía la añorada Emilia Ferreiro que leyó y escribió sus construcciones sociales, y que cada época y cada la circunstancia histórica de los nuevos sentimientos ante estas palabras. Bueno lo sabemos. Saber leer significa saber leer textos diversos (sobre nuestros temas, estructuras, soportes, propósitos, etc.), de distintos ámbitos (personal, social, académico y profesional), y también con espíritu crítico desde una perspectiva sociocultural. Comprender un texto implica captar su sentimiento general y la información más relevante según el tema de lectura, integrando información explícita y haciendo las inferencias necesarias que le permitan reconstruir la relación entre sus partes, formulando la hipótesis de acuerdo con la intención comunicativa del autor. y el reflejo. en su forma y contenido calibrando, antes de ser, su calidad y confiabilidad.
Un lector competente y autónomo implica ser capaz de diagnosticar con precisión los obstáculos que impiden la comprensión de un texto: desde los más importantes (como descubrir el significado de una palabra) hasta los más complejos (como seguir el hilo de los procedimientos internos de referencia, capturar la macroestructura global de un texto o determinar la intención del autor) y eliminar las estrategias que nos permitan superarlos.
Todo ello debe enseñarse de forma planificada, segura y coordinada. Requiere capacitación compartida y acción sostenida a lo largo de la escuela y en todas las áreas del plan de estudios. Esto requiere un fuerte apoyo institucional. Por tanto, no podemos oír que, salvo excepciones ―pienso, por ejemplo, en la red de las bibliotecas escolares de Galicia―, nuestras Administraciones educativas tengan zapatos permanentes ante estas emergencias y en muchos casos ni en los planes de formación inicial o permanente de el profesor. ni las pruebas de acceso a la función especifican la prioridad que merece el asegurado.
La comprensión lectora es un conocimiento fundamental que no se encuentra en la OCDE, pero esto se debe a que constituye un llamado irresistible a poder medir otros aprendizajes. Esta es una habilidad clave para la inclusión educativa, para la excelencia académica de todos los egresados. Y su proyecto fue planificado en base a las evidencias de la gran investigación realizada al respecto, para no defraudar a nadie en el camino.
Por eso sorprende que ante las preocupaciones que surgen de una evaluación de competencia como PISA, que no están en medio de los contenidos curriculares específicos de un país u otro, si la capacidad de transferencia determinada por el aprendizaje en el contexto de la vida escolar, Lo que reclaman una parte de determinados sectores es la renuncia a la orientación competente de los nuevos programas (de implantación posterior, llamados stage, a los últimos exámenes PISA), que sólo se centran en el conocimiento, sino en favorecer su movilidad efectiva en diferentes situaciones de la vida personal, social o profesional.
Los contenidos y habilidades no son excluyentes, te contamos más. No hay habilidades sin contenidos, sin conocimientos sólidos: es imposible. Pero podemos tener contenidos sin competencia (como sabemos todos los que estudian inglés a lo largo de los años y lo sabemos por la lista de verbos irregulares), pero luego seremos incapaces de abrir la boca en una conversación en ese idioma).
En última instancia, no sólo necesitamos lectores competentes de PISA, sino lectores competentes de PISA que nos ayuden a actuar. En esta línea, La propuesta del profesor Bonal en estas mismas páginas por un día, con el fin de garantizar las condiciones educativas niñas y niños son sin duda la primera. Garantizar a todos los antiguos alumnos la alfabetización necesaria para poder participar en las prácticas literarias de las sociedades del siglo XXI será una cuestión que sólo será una cuestión del futuro.
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Límites del pecado de Lee
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