Aproximadamente 980.000 antiguos alumnos, todos los matriculados en cuatro cursos de primaria (10 años) y segundo de la ESO (14), se examinarán en abril (y en algunos casos) de las principales áreas de conocimiento de primer curso de carrera. Evaluaciones previstas en la ley educativa vigente, Lomloe. La prueba se repetirá a partir de ahora cada año en los mismos niveles. Los estudiantes se examinan de matemáticas, castellano, idioma extranjero, sociales (geografía e historia), ciencias y, en su caso, lengua oficial. Y así nuestras familias y profesores responderán a preguntas sobre las condiciones socioeconómicas, culturales, el clima de los centros y otros factores que influyen en la actividad escolar. La gran cantidad de información recuperada permitirá conocer la situación del sistema educativo y podrá utilizarse para mejorar las decisiones educativas, tanto a nivel de la administración central y autonómica, como de cada centro y casa. España también podrá realizar exámenes de este estilo durante décadas en todos sus países.
Líder de la carrera de evaluación propia, se ha vuelto en el país especialmente dependiente de evaluaciones internacionales, como PISA, que regularmente apoyan el debate educativo español. Esta diferencia, sin embargo, la denominación “evaluación diagnóstica” no se basará en una lista de antiguos alumnos ―en la última edición de PISA, publicada en diciembre, en la que participaron 30.000 chavals españoles―, sino en el censo completo de alumnos de dos cursos. La agenda del evaluador de Lomloe prevé un segundo estudio más cercano hoy a PISA, en el sentido de que también será musical, en principio de tres años, y se celebrará en los últimos cursos de primaria y la ESO. Esta otra valoración, denominada Evaluación General del Sistema, se realizará a partir de la primera vez en 2025 para el género de las primarias y en 2026 para el distrito de la ESO, y los exámenes serán idénticos en toda España, la diferencia del censo de verificación que Se llevará a cabo el próximo mes de abril, y las preocupaciones han sido definidas para cada territorio después de haber sido concretadas por el Ministerio de Educación de un “marco general” común.
“Es una buena noticia”, afirma Luís Lizasoain, profesor jubilar de Métodos de Investigación y Evaluación Educativa de la Universidad del País Vasco. “El objetivo de pruebas como PISA, es comparar países y hacer rankings, mientras que las evaluaciones diagnósticas tienen la función de informar y ayudar a conseguir los mejores. Por eso se abre todo el censo escolar de una carrera determinada y alineada con el currículo (el documento que fija los contenidos, objetos educativos y otros elementos que definen lo que se enseña en un país o territorio específico)”. Al revisar a todos los alumnos de cursos específicos, ofrecer información especialmente valiosa sobre los centros educativos del alumno, así como realizar un seguimiento de su progreso. Lizasoain considera especialmente importante la estabilidad y continuidad en el tiempo de este tipo de pruebas “para ver hasta que las cosas mejoren y haya alguna incidencia positiva o negativa”.
Algunas comunidades realizan sus propias valoraciones censales (Euskadi, desde 2009). Para el resto de España, además de algunas experiencias previas, el gobernador José Luis Rodríguez Zapatero emprendió un estudio que fue aprobado por la nueva ley orgánica de educación en 2006. Logré realizar la primera edición, en el curso 2009-2010. plan de estudios. Le PP a été éliminé, sans embargo, au pouvoir et au remplacement par un modèle d’examens de révision à la fin de la primaire et par l’ESO que les communautés autonomes, y compris le Parti populaire, ont recherché et ont agi pour no hacer nada. “Básicamente perdimos una década y los medios de comunicación, un tiempo en el que todos nuestros países de nuestro futuro nos dedicamos a hacerlos, y ahora vamos a acelerar y avanzar más rápido”, afirmó Lucas Gortázar, director de educación de EsadeEcPol.
Las pruebas de censura como las de España volverán ahora, y cada centro recibe información de sus resultados y desarrolla mejores planes, “influyendo en lo que se enseña y cómo se enseña”, afirma Gortázar. Si, en cuanto al éxito de esta evaluación, los ensayos están diseñados de manera competente, pueden servir para hacer avanzar las cosas diciendo que este es un plan más basado en la resolución de problemas al movilizar los conocimientos que adquirí en la clase. -.
Los resultados de los centros no se divulgarán para evitar que se elaboren rankings, como también ocurre en las dinámicas de segregación escolar, y menos aún se puedan publicar datos concretos de los alumnos. Cada persona decide de forma independiente cómo abordar la comunicación con la familia, desarrollando información específica que incluye mejores recomendaciones y ofreciendo simplemente la oportunidad de ver los resultados.
Gortázar cree que sería muy útil que los exámenes de distinciones independientes incluyan algunos elementos comunes, aunque el resto de la prueba tendrá preguntas separadas adaptadas a sus programas de estudio específicos, por lo que solo con esto podrá lograrlo. por ejemplo, comparaciones con las provincias. Pero él no está allí. El ministerio y las comunidades se comprometen a realizar “marchas comunitarias” en el diseño de evaluaciones para cada materia (o más precisamente, para cada habilidad), que incluyan ciertas preguntas de ejemplo. y puedes ver aquí Sí aquí. Pero cada territorio se desarrolló después de sus exámenes y puede haber diferencias, incluso en algunas de las habilidades evaluadas. Navarra, por ejemplo, que también realiza evaluaciones diagnósticas durante la última década, examinará a sus antiguos alumnos de ESO, de los principios de mayo, castellano, inglés y matemáticas, así como a los de segundo de secundaria, de los medios de comunicación. April, de las mismas competencias, a las que se añadirán les científicas. Como paso como cualquier otro, los alumnos que estudien el programa en euskera también pondrán a prueba su competencia en este idioma.
Las preguntas de antecedentes que acompañan a los exámenes incluyen preguntas como el lugar de la capacitación; la lengua materna; si se ha repetido curso; la actividad concierne a las diferentes áreas del conocimiento; el clima en el centro escolar; la capacidad de utilizar herramientas digitales; empleo y nivel educativo, respecto de los ascendientes; los educativos, como libros, que hay en el hogar; experiencia y satisfacción laboral, en el caso del profesor; posibles “limitaciones” que puede encontrar al enseñar debido a “características de antiguos alumnos”; estrategías de enseñanza; la forma de organización del centro; los recursos que tienes…
Una gran cantidad de datos, entre académicos y contextos, que, según Gortázar, permite explorar múltiples interrogantes. Comparar los centros por titular, o por tipo de jornada lectiva, partida o continua ―en el caso de que estén incluidos en las cuestiones relativas a la organización de los centros―. Observar posibles sesiones del profesor, por ejemplo, comparar el trabajo de un antiguo alumno con su nivel de conocimientos en la evaluación externa. Identificar los centros donde se encuentran los mejores o los mejores que pueden aspirar a alcanzar el nivel socioeconómico de sus antiguos alumnos. Analizar los efectos del clima escolar y los resultados educativos. Y muchos otros.
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