La jornada no tuvo resultados históricos como el BNG, con un gobernador de coalición liderado por un independentista gallego, por primera vez en 43 años, pero el partido de Ana Pontón batió sus propios récords. Los 25 diputados obtenidos durante las elecciones fueron la representante de Mrs. High de su meseta en el Parlamento de Gales, seis por encima de los 19 con los que en 2020 ya han superado como mismos y superando con creces el 30% de los votos.
Una caída de energía que Pontón quiso ver en la clave del futuro. Hoy no se hace nada, al contrario, estamos muy fuertes, con mucha energía y con una preparación que sólo puede funcionar de manera positiva para este paso, dijo ante los medios a las 22.40, con el examen al 98%. , detenido por toda su ejecución y llamé a Alfonso Rueda para felicitar a Victoria.
Incluso si sus características sonaban abandonadas, la apariencia de Pontón reflejaba cierta decepción. Un resultado extraordinario que rompió a todos los técnicos electorales del BNG por ser un resultado insuficiente porque su objetivo era abrir un nuevo tiempo y dar a los galeses un gobierno dirigido por el BNG.
El motivo de que no haya razón es que los separatistas convivían en la costa del PSOE y Sumar, con quienes aspiraban a formar este nuevo gobierno. De hecho, el BNG capitaliza la debacle socialista, pero el objetivo de consolidar su base social y conseguir que los sectores más transversales de la sociedad activa no consigan lo que esperamos. Te haré reconocerlo y también tendrás que trabajar para ver cómo conseguir ensanchar más la base del BNG. Pesarlo, dejar constancia de que los cambios no son fáciles, hay que pelearlos, y que los ocho años en los que dirigieron el partido demostraron que es una organización no tiene techo.
Incluso si su representación desaparece, sin cumplir objetivos, puede avanzar en la campaña con la esperanza de un cambio de gobierno, luego aceptó entre las bases nacionalistas y todo ello no permitió impedir que el alcalde del PP asumiera un desencanto. Hay mucha gente que en este momento se engaña y le comparan con este engaño, reconoce Pontón.
Este 18-F no tiene antecedentes como presidente, pero Pontón es un turno nuevo en la comunidad. Su partido supo rentabilizar el derroche de los dos partidos del gobierno nacional y se consolidó como la fuerza hegemónica de la izquierda en Galicia, hasta hace menos de 16 años por encima del PSOE.
Galicia está ahí, esta campaña lo cambia todo y no tiene nada que ver con lo mismo, afirma Pontón, argumentando que sigue trabajando al mismo tiempo y conformándose con convertirse en la alternativa indiscutible al PP. Hijo, ahora, de un BNG consolidado y fortificado, con la señora Ganas y la señora Empuje que nunca.
En la noche electoral, las ya grandes alegrías, con resultados sin vislumbres e incluso imprevisibles, se convertían en primera fuerza en la ciudad de Vigo, cuenca socialista de Abel Caballero y los socialistas se alejaron 12 puntos porcentuales de los votos y el nacionalismo ganó popularidad el día 13. Pero está claro que Victoria, que extrapoló los resultados del resto de Galicia, se tradujo en delegación nacional y a nivel nacional, sin compensar la decepción. no materializar el cambio.
La satisfacción de todas las provincias puede ser en todas las circunstancias el mejor representante del BNG: dos etapas en La Coruña y Pontevedra, y una en Lugo y Orense. En la provincia de Pontevedra, la primera fuerza estará en sus municipios. En la Galicia urbana, también de Vigo, creada en las principales ciudades, especialmente en Santiago, capital de la comunidad, que rige el nacionalismo a partir de 2023, y Coruña, donde desaparecen nuevos puntos.
El ambiente es ilusorio durante toda la historia en la Nave de Vidán, en el corazón del BNG, con grupos de simpatizantes que ambientan con cantos y aplausos. Cada vez que se confirme, la fiesta te acompañará hasta el final. Ni siquiera cuando se pierde una Victoria o la posibilidad de que una coalición abandone este espíritu. Cuando, concluyendo el expediente, Pontón sale a saludar, la recepción entre aplausos, sonrisas y gritos de BNG et la lucha sigue.