Borja Prado ya se ha hecho con la presidencia de Mediaset España para un año de presentación con el resto de su copa

Lo veo venir. Borja Prado finalmente tirará la toalla y dejará la presidencia de Mediaset España, donde llevaba queda menos de un año en la empresapor su falta de sintonía con el consejero delegado del grupo, Alejandro Salem, explicó entonces a ABC una fuente del empresario español.

Según El Economista, el futuro presidente de Endesa perdió el favor de los hijos hereditarios de Silvio Berlusconi, que cayeron en mayo, por lo que Prado se convirtió en un hombre de confianza para sus empresarios en España. No, cuando fue elegido presidente de Mediaset España tuvo la dificultad y dificultad de hacer un lavado de coches en la televisión de Telecinco en el momento en el que cambió la línea editorial.

La notificación prácticamente espera este momento en el hecho de que se hace oficial en la línea editorial de Mediaset entre mayo y junio de este año por esta pérdida de confianza con los hereditarios y sus constantes criterios opuestos al CEO. El banco español también, que gestionó la salida de Paolo Vasile durante más de dos décadas al frente de Telecinco, provocó la retirada del canal Salvame y la retirada, al menos de momento, de Jorge Javier Vázquez, en su momento mudaba al Última tarde a la exreina de las mañanas, Ana Rosa Quintana.

Las fuentes consultadas explican a este periódico en el que Prado presentará su dimensión antes de año, así como el deber de llevar a cabo la fusión de Mediaset España con Media For Europe, el holding con base en Países Bajos, con el objetivo recomendado. del propietario Silvio Berlusconi: unificar todo el negocio audiovisual de la familia.

Si bien desde su llegada al poder, Prado ha decidido llevar buenas relaciones con los hijos de Berlusconi, sus asuntos con el consejero delegado han sido confiados a uno de los hijos del patriarca – Pier Silvio Berlusconi – que finalmente ha decidido abandonar el barco, nosotros tampoco cuenta con el apoyo del otro concejal delegado, Massimo Musolino.

By Bryan Y. Clay

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