Entre la política y la práctica

El Parlamento y los gobiernos de la Unión Europea han decidido que el pase sería un acto provisional sobre la base de una futura regulación de los usos de la Inteligencia Artificial (IA). La necesidad de que la presidencia española tenga un impacto con resonancias históricas antes del inicio de su agenda que supone que la culpa del gobierno por el adelante electoral fue planteada por lo que el poder se transmite por todos los medios que Europa aprobó la primera IA ley, cuando hace dos años, para que entrara en vigor este reglamento, previsto para la fase final de 2026.

Esta captura no se produjo sin querer: “Lamentablemente, la velocidad parece haber prevalecido sobre la calidad, con consecuencias potencialmente desastrosas para la economía europea”, afirmó la Asociación de la Industria de la Informática y las Comunicaciones (CCIA Europa), consciente de la experiencia.

La discusión que desató una maratón de negociaciones de 36 horas -un recurso habitual en Bruselas para generar expectativas- se produjo en el contexto de la regulación del uso de cámaras de reconocimiento facial (vigilancia biométrica) en los espacios públicos. El Parlamento lo prohíbe, pero los gobiernos están de acuerdo, hasta que finalmente se permita permitirse en casos justificados y previa autorización judicial. Por extraño que parezca, este aspecto se encuentra en el contexto de la IA, porque ya existen algoritmos biométricos y la IA en realidad sólo se trata de escalamiento. Sin embargo, gran parte de la base para la regulación futura son cuestiones de sentimiento común que usted puso sobre la mesa a partir de 2018, cuando trabajó para discutir este estándar, mucho antes de crear ChatGPT, la aplicación de OpenAI que popularizó la IA.

Los líderes europeos, sin embargo, vieron en el impacto de marketing de OpenAI la oportunidad de seguir el conocimiento de que el principal producto de la UE es la regulación. Los burócratas de Bruselas creen que el nuevo Marco Brinda es “una certificación legal y técnica” que entusiasma a las empresas que están liderando el camino en IA. Se esfuerza en no regular la tecnología en sí, ni siquiera por sus riesgos, y para ello ha creado un catálogo de cuatro categorías que, partiendo del riesgo, son inaceptables hasta el mínimo o nulo, que imponen distintas restricciones e implican numerosas restricciones a los infractores. . La utilidad de este estudio es demostrar, y por eso es posible tener una buena idea regular con los detalles de la evolución que se va revelando, a la velocidad del progreso. La UE se encuentra sola entre las cinco empresas más grandes e innovadoras del mundo, y tiene cierta energía dedicada a la IA, la Francia Mistral.

Con todo esto, me queda esperar el texto definitivo. Hay formas de poder distinguir, como la posibilidad de distinguir un texto, una canción o una imagen generada por IA, para evitar confusión entre obras humanas y artificiales y garantizar el respeto a los derechos del autor. También prohíbe los sistemas de señalización basados ​​en el comportamiento social, así como los sistemas que manipulen la conducta humana o exploten las vulnerabilidades de las personas. El texto es una buena declaración de principios, pero hay que pasar a la norma concreta para valorar si en esta ocasión no existen leyes demasianizadas y el medio ambiente se muestra impotente ante la creatividad.

By Bryan Y. Clay

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