El bolsillo de todos los españoles se está viendo afectado por una cadena de episodios en los últimos tiempos que le han jugado en contra. La crisis económica derivada por la pandemia del Covid y la guerra de Ucrania fueron solo dos de los aspectos que tensionaron los mercados económicos: el encarecimiento de productos básicos o de su distribución, sumado a una subida descarada de los tipos ha dejado la inflación por las nubes.
En este difícil escenario hay un perfil que también lo está sufriendo especialmente. Se trata del deudor, que o bien se ha encontrado con que sus planes se alteraban por el empeoramiento de la situación económica o no preveía serlo y, con el encarecimiento de los precios, se ha visto obligado a pedir créditos u otros productos bancarios para capear un gasto.
Ahora, un estudio ha ahondado en cómo son los deudores. La asesoría fiscal Bravo, anteriormente Resuelve tu deuda, ha analizado los datos sobre los miles de clientes que acuden a compañías especializadas en el sobreendeudamiento y ha extraído sus conclusiones sobre el perfil que tiene el deudor en España.
Con un suelde de 1.900 euros
Así, según datos de la fintech, la persona con productos crediticios en el banco es el de un hombre de unos 45 años, casado y cuyo salario no alcanza los 1.900 euros mensuales y que tiene pendiente una deuda de unos 18.000 euros divididos en más de cinco préstamos que tienen con diferentes instituciones. Además, más de la mitad de los deudores están en una situación así tras una caída de sus ingresos o, en menor medida, la pérdida del empleo o una enfermedad inesperada.
En el caso de las mujeres, las deudoras tienen un perfil similar: unos 45 años, casadas y también con formación universitaria. Las cantidades adeudadas y su salario medio son similares y únicamente se notan diferencias en los gustos sociales que ellos y ellas tienen.
Fuentes de la empresa experta en gestión de deudas resalta que tanto ellos como ellas tienen, de base, ganas de resolver la situación, por lo que intentan reestructurar su presupuesto mensual: el objetivo final es que se puedan seguir pagando las cuotas al banco y el resto de la economía familiar quede afectada lo menos posible.
«Desde 2008 ha habido dos grandes crisis económicas, pero acompañadas de pequeños episodios de gran repercusión como son la guerra en Ucrania y las posteriores subidas de precios, tipos y gastos», remarca Sandra Sabaté, directora de operaciones de Bravo, que intenta argumentar así los perfiles actuales.