El pasado 6 de febrero, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil interceptó una embarcación que pescaba con artes ilegales en la costa de Vilanova i la Geltrú. Durante una inspección en la subasta de pescado en la lonja de esta localidad, los agentes detectaron una desproporción entre la cantidad de capturas que traía un barco frente al resto y algunos pescadores manifestaron sentirse en clara desventaja competitiva por la utilización de artes de pesca ilegales de uno de sus compañeros.
La detección de un arte de pesca ilegal resulta muy difícil al ser necesario localizar al pescador in fraganti, recuerda la Guardia Civil, y añaden que esta dificultad se acentúa si el pescador faena por la noche, ya que puede detectar a la patrullera por el radar, como por la luz o el ruido de la embarcación.
Por eso, los agentes organizaron un dispositivo especifico para atrapar al pesquero que podría estar usando este tipo de artes prohibidas. Con sigilo, consiguieron interceptarlo mientras faenaba y una vez en el puerto de VIlanova i la Geltrú detectaron que utilizaban un cerco ilegal para las capturas.
Además detectaron oteas irregularidades, ya que se localizó a bordo a una persona que no figuraba como miembro de la tripulación, la matricula estaba prácticamente ilegible y faenaban sobre lechos de posidonia oceánica y a una profundidad no permitida.
La inspección fue realizada por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Barcelona y por técnicos de pesca del Área de Agricultura y Pesca de la Subdelegación del Gobierno en Barcelona. Las capturas que el pesquero hizo esa noche se vendieron en la lonja y su importe se quedó retenido a la espera de la resolución del expediente sancionador.