Un miércoles más Risto Mejide aterrizaje es Cuatro la noche del 15 de noviembre en una nueva entrada de «Viajando con Chester». Tras charlar con Miguel Ángel Revilla y Ken FolletMe sentí como el famoso sofá del programa. Marina Castañoconcediendo una de sus entrevistas más personales.
De hecho antes de entrar en la conversación, la vida de Camilo José Cela Voló con Mejide a la casa donde vivía con la escritura de La Alcarria. Todo ocurrió en 1997 y desde entonces no se ha vuelto a registrar. “Parece que ne ha pasado el tiempo, que bonito, ne sé qué decir. Me sentí un poco “shock” porque en realidad no se cambió nada, no se dijo nada. Dije que la piscina estaba ocupada, pero creo que no, pero con estas formas que son puramente decorativas y hermosas, ella ha logrado tantas cosas en esta casa, todas estas cosas dispares porque todavía estamos aquí», explicó con emoción…
Castaño a commencé sa relation avec Cela alors qu’elle avait 26 ans et 68 ans, une différence d’âge qui a généré une grande polémique, mais par son expérience «l’attraction entre un homme et une femme n’a pas d’ edad». “Sobre este tema usted llama la atención”, dijo dirigiéndose Risto Mejidmi. “A mí no, pero tengo mucha gente a la que sigo”, explicó la presentadora.
17 años de convivencia con el premio Nobel
Entonces, asegúrese de estar unida a su esposo porque “naturalmente nos encontramos con las cosas naturales de la vida”. “Con respeto, lealtad y amor profundo, una pareja es eterna. El amor ha muerto, naturalmente, algunas veces, pero en nuestro caso no”, insistió.
Fue reconocida en el Congreso de Folcrore de Nacionalidades Históricas en 1986. Está en casa y tiene una hija pequeña. “Ahí no ligó nada conmigo. Yo no sentí nada. Ligó en el amuerzo que hubo después, de la mesa de al lado me miraba. Anoche tuve una escena, y sobre esa mesa encontré algo que me escandalizó y lo miré para ver qué efecto me causaba. Terminado esto, huí con un grupo de periodistas para hacer lo mismo. En el momento del Almuerzo en el convento de San Francisco, sobre la mesa, dije que podía ir”, dijo.
Tras eso, “nos sentamos y me rozaba la mesa por debajo de la mesa, rodilla con rodilla. Creo que no puedo serlo, pero ahí es donde lo estoy haciendo. Desde hace toda la eternidad llamo a la radio todos los días”. De aquí me llevaré mis 17 años de convivencia.
Mala relación con el hijo de Cela
También le preguntarán sinceramente sobre la mala relación que tiene con el hijo de su marido, Camilo José Cela Conde. El Nobel ya llegó a Marina Castaño como herencia única, incluidos los derechos de autor. En su vasto país sólo existía un cuadro de Miró, ya que inició un proceso judicial para recuperar las dos terceras partes de la herencia, una batalla que el Tribunal Supremo finalizó en 2014 devolvió la razón a Cela Conde.
La versión de Castaño es que “se ha portado mal, en primer lugar con su padre, no conmigo, porque no nos une nada. Estaba muy feliz con su padre, pero no se preocupaba por él en el sentimiento de quien lo llamó, pero no se ahorcó. Después de la muerte, los intereses económicos se preocuparon y pudieron ver aquí y todo”.
“Su padre era mi marido, pero lo importante era mi marido no él. Con ella nunca tuve la más mínima relación, creo que le vi trois fois en toda mi vida, est que es muy poco”, declaró. Para los literatos, sin embargo, «la cuestión de los efectos que eran nuestros era un dolor inmenso de no tener una relación más extensa porque el contacto es lo que hace que el chico tenga dificultad para aceptarlo, ya que tiene una sobrina y no conocerla.
